Vengo de un pasado glorioso donde la moda era pura estetica estricta, el alcohol puro glamur, fumar era de gente tremendamente enigmática y llena de demandantes, donde los problemas no eran problemas eran parte de una personalidad arroyadora.
No vengo de ese pasado pero igual estoy atrapado en su oscuridad y romanticismo de la insalubridad mental y física de una vida plena en vacios oscuros y muy profundos.
Autoabuso psicológico, limitaciones constantes, autocritica hiperbolizada, exigimiento máximo y actuación mínima.
Consumo por lo que piensan los demás.
Colores crema noventeros que no son mas que el reflejo de la putrefacción de una carne joven inexperta e inepta y sin ganas de seguir.
Busqueda constante por caer al vacio pero de manera definitiva, no poder levantarme jamás.
Precariedad personal, esperar arder de tanto tomar el sol o ahogar de tanto zambullirme. Púas en el pendiente pero tez de cristal. Marcas de acne que son puntos de fuga de energía y aprecio propio. Pestañas espesas y largas que tapan el socorro y tristeza de mi mirada, gruesos labios que tapan los gritos de desesperación.